¿Qué pasaría si una persona común tuviese la oportunidad de dirigir una orquesta de clase mundial?
Gracias a la gente de Improve Everywhere, ya esta pregunta tiene respuesta. El equipo armó una orquesta callejera y puso un cartel que decía: “diríjanos”.
La idea fue que los transeúntes tuviesen la posibilidad de dirigir una orquesta experimentada ver y que respondía a los cambios de ritmo de los “directores”. Este es el resultado: