Una nueva investigación sobre la muerte de Amy Winehouse concluyó que la cantante murió a causa de una intoxicación etílica, según The Associated Press.
La conclusión fue idéntica a la original solicitada en 2011, aunque la primera fue anulada el año pasado luego de que se descubriera que el encargado de hacer la autopsia no tenía las calificaciones correspondientes.
En esta oportunidad, Shirley Radcliffe determinó que Winehouse “murió como resultado de intoxicación etílica”. Radcliffe calificó el veredicto de la muerte como “desafortunado” y confirmó que no hubo circunstancias sospechosas.
En los exámenes practicados previamente, Winehouse tenía un nivel de alcohol en sangre de 0.4, y el patólogo aseguró que lo más probable es que la artista sufriera un paro respiratorio debido a los altos niveles de alcohol. Otro doctor dijo que Winehouse había dejado exitosamente las drogas pero que presentaba episodios en los que bebía en grandes cantidades. Winehouse había dejado de tomar por aproximadamente dos semanas, pero rompió su abstinencia unos días antes de su muerte.
Amy Winehouse fue encontrada muerta en su casa de Londres el 23 de julio de 2011. Tenía 27 años.
Fuente: Rolling Stone