La Comisión Europea (CE) anunció hoy que da luz verde, pero con condiciones, a la adquisición del sello discográfico británico EMI por parte de Universal Music Group, filial del grupo francés Vivendi, de manera que no se perjudique el desarrollo de las plataformas de venta de música en internet.
Bruselas subordina la aprobación a que EMI se deshaga del sello Parlophone y de otros muchos activos musicales que posee en todo el mundo, precisó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
La CE concluyó que la operación, tal y como le fue planteada por las empresas, habría permitido a Universal endurecer significativamente los términos de licencia que ofrece a las plataformas digitales que venden música a los consumidores, como Spotify, Apple o Amazon.
Para despejar esas dudas de la Comisión, Universal se ofreció a aceptar “importantes compromisos”, según los cuales Bruselas cree que la transacción puede seguir adelante sin suponer problemas para la competencia comunitaria.
El vicepresidente de la CE y titular de Competencia, Joaquín Almunia, dejó claro en una rueda de prensa que la investigación llevada a cabo por sus servicios “ha prestado atención especialmente a la innovación digital, que está cambiando la manera en que la gente escucha música”.
La concentración propuesta aunará a dos de las cuatro grandes discográficas mundiales, y la CE había expresado preocupación por que Universal se hiciera con un excesivo poder de mercado frente a sus clientes directos que venden música en formato físico y digital a nivel minorista.
En su opinión, Universal podría haber incrementado su peso de tal manera que hubiera podido imponer precios más altos y términos de licencia más onerosos a proveedores de música digital, lo que “habría afectado negativamente a las posibilidades de innovar” en ese terreno.
Para que la operación saliera adelante, Universal se comprometió a ceder negocios como EMI Recording Limited, que engloba al sello icono Parlophone, hogar de artistas como Coldplay, David Guetta, Lilly Allen, Tinie Tempah, Blur, Gorillaz, Kylie Minogue, Pink Floyd, Cliff Richard, David Bowie, Tina Turner o Duran Duran.
La nueva sociedad también tendrá que deshacerse de EMI France (que alberga el catálogo de David Guetta), los sellos de EMI de música clásica, el sello Mute (The Ramones y Jethro Tull), Chrysalis (Depeche Mode, Moby y Nick Cave & The Bad Seeds) y diversos otros negocios y entidades locales de EMI.
Además, Universal se ha comprometido a vender el 50 % de la popular recopilación de JV “Now! That’s What I Call Music”, y a no incluir la cláusula de la nación más favorecida en cualquier nuevo contrato con clientes digitales en el Espacio Económico Europeo durante, al menos, diez años.
Según Almunia, Universal tenía de media en la UE una cuota de mercado del aproximadamente el 40 % antes de la adquisición, en tanto que, tras los remedios propuestos, tendrá un 37 %.
Preguntado por si teme que las otras grandes discográficas mundiales, como Sony o Warner, puedan adquirir los activos de los que se deshaga Universal, Almunia respondió que corresponderá a Universal aceptar la oferta de posibles compradores y que, en todo caso, la CE estará vigilante y actuará si aprecia nuevas amenazas para la competencia en el mercado.
Recordó que Bruselas ha introducido la condición de que dos tercios de los activos liberados por Universal tienen que ir a un mismo comprador que sea profesional en ese mercado, en tanto que el otro tercio deberá ser ofrecido a otro comprador, también con experiencia, pero de orden más alternativo.
Sobre el catálogo de The Beatles, que mantendrá Universal, el comisario reconoció que pueden considerar si los “remedios propuestos” por Universal son “suficientes para eliminar” sus objeciones, pero no pueden “obligar” a Universal a poner a The Beatles “en el otro lado”.
Fuente: EFE