La cantante de rap chilena Ana Tijoux se encuentra trabajando en un nuevo disco que verá la luz en febrero de 2014, un álbum para el que pretende contar con colaboraciones “inesperadas” y que busca encontrar la “identidad de Latinoamérica”.
Tijoux, que participó estos días en el 14 Festival de Poesía en Berlín, explicó en una entrevista a EFE que su trabajo será un resumen de todo lo ocurrido desde que en 2011 publicara “La Bala”, su último disco.
El resumen de esta última etapa está ligado a un “cuestionamiento” personal que le impulsa a buscar la “identidad latinoamericana” dentro del género ya que, a su juicio, ha llegado el momento de dejar de mirar hacia Europa o Norteamérica a la hora de hacer música.
“Tiene que ver con la descolonización musical”, dijo la rapera, quien lamentó que en la industria musical de Latinoamérica no se usen más los instrumentos propios de estos países como, por ejemplo, el guitarrón venezolano.
La cantante, que ha contado para otros trabajos con artistas como Julieta Venegas, Hordatoj o Jorge Drexler, anunció asimismo que pretende incorporar colaboraciones “inesperadas” en su nuevo álbum.
Pese a que aseguró tener en mente “de manera obsesiva” a los artistas con los que le gustaría trabajar en esta ocasión, la autora de temas como “Shock” no quiso desvelar ningún nombre ya que, según dijo, todavía se tiene que cerrar el acuerdo.
“No sólo se trata de un cambio de estilo, sino que es gente a la que admiro muchísimo y de la que he escuchado todos sus discos”, confesó.
Tijoux, que comenzó su andadura en el mundo de la música de la mano del grupo Makiza, calificó su inclusión en el rap como “accidental” y describió el ambiente en torno a este estilo como “extremadamente machista y sexista”.
Sin embargo, aseguró sentirse “cómoda” en un estilo “tosco, duro y masculino” que, de algún modo, le sirve como “fuente de liberación de energía” al permitirle expresar con “rabia” muchas de las cosas que lleva dentro.
Hija de chilenos exiliados en Francia durante la dictadura de Pinochet, explicó que la historia de sus padres tiene un gran peso en su obra y que sería “dietética y ‘light'” en exceso si hiciera invisible esta historia que es, al fin y al cabo, “la historia del mundo, de las migraciones políticas”.
“Cuando uno adopta este oficio del crear como un oficio del sensibilizar, obviamente que la parte de la historia de la familia juega un rol fundamental en quién es uno y cómo construye la visión del mundo que uno tiene”, explicó.
Tijoux aseguró que, aunque los intereses cambian a lo largo de la vida y por tanto los temas que a uno le preocupan también varían, en este álbum volverá a ser visible su “sensibilidad y su rebeldía” ya que, según dijo, son cosas que no se pierden y que “te acompañan de por vida”.
Fuente: EFE