El dinero puede comprarte un automóvil muy lindo, pero según Netflix, no puede comprar velocidad.
La última incorporación del servicio de transmisión a su series sin guiones, Fastest Car, se centra en la premisa de enfrentar tres autos “durmientes” -modelos sin ruina y construidos para ir a velocidades increíbles- contra un superdeportivo -vehículos llamativos y codiciados modificados para diseño y rendimiento- en carreras competitivas.
El orgullo y los derechos de fanfarronear parecen ser lo que está en juego en este nuevo tráiler, ya que las personas de clase trabajadora se enfrentan a los millonarios nobles. Los conductores “durmientes” quieren demostrar que una minivan es tan rápida como un Lamborghini.
Fastest Car parece accesible y atractivo incluso para el fanático más casual de automóviles. Los aficionados verán una serie no solo adaptada a su subcultura, sino un espectáculo que les hace reconocer sus propios prejuicios vehiculares. Mientras tanto, los espectadores casuales estarán ansiosos por ver qué tan bien se compara el dinero con la innovación.
Con algo de combustible de alto octanaje y los altos ánimos acostumbrados y el típico lenguaje basura de un reality show, Fastest Car parece ser un paseo salvaje.
Fastest Car llega a Netflix el 6 de abril. Acá te dejamos el tráiler:
