La boda era de nada más y nada menos que Sean Parker, un empresario multimillonario especializado en software de computadoras, co-fundador de varias empresas como Facebook y accionista de Sportify.
Una prueba de que el dinero no puede comprarlo todo. Según el empresario le ofreció a Ian Mckellen un millón de dólares por oficiar su boda inspirada en el tema de El Señor de los Anillos, por supuesto vestido como el legendario Gandalf a lo cual se negó y dio algunas declaraciones al respecto.
“Una pareja muy famosa de California me ofreció un millón y medio de dólares por casarlos, y lo estuve pensando un rato pero debía ir disfrazado como Gandalf, entonces dije que no. Lo siento mucho pero él no realiza casamientos” expresó el actor.
Parker fácilmente pudo ofrecerle el doble de dinero para hacer realidad su sueño de boda, pero quizás notó un poco de dignidad en el intérprete del personaje y decidió dejar las cosas así.