La Universidad de Queensland en Australia dio a conocer un nuevo estudio que desacredita por completo aquella creencia popularizada por madres y abuelas conservadoras: música agresiva lleva a acciones agresivas.
Leah Sharman y la doctora Genevieve Dingle realizaron un experimento que involucró a 39 personas entre 18 y 34 años que escuchan música ‘extrema’ (llamemos ‘extremo’ al heavy metal, hardcore, punk, emo, y screamo) con regularidad.
De acuerdo a The Guardian, los sujetos fueron sometidos a una ‘inducción de ira’ por 16 minutos, en la cual hablaron de detalles irritantes de sus vidas, como sus relaciones, problemas económicos y trabajo. Después podían elegir dos opciones: o sentarse en silencio por diez minutos o escuchar música ‘extrema’ desde sus propios playlist.
Lo que la doctora y su asistente descubrieron es que ambos métodos proporcionaban la misma cantidad de calma:
‘Los resultados mostraron que los niveles de hostilidad, irritabilidad y estrés disminuyeron notablemente después de que la música fue incluida, y el cambio más significativo que se reportó fue el nivel de inspiración que sintieron.’
¡Que tengan un pacífico día!: