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3 películas y 3 discos que debes ver y escuchar esta semana (XL)

Por Alejandro Fernandes Riera // @fernandesriera

Después de varias semanas, estamos de regreso para ponerle música e imágenes a su semana. El comeback trae tres grandes películas y discos de los últimos meses que es imperativo que pongan en sus listas pues, a nuestro juicio, les cambiarán la vida.

El apartado cinéfilo viene con The Tale de Jennifer Fox, un increíble relato en el que una directora recuerda su primera relación sexual para darse cuenta de que se trató de un abuso. Le sigue In The Fade de Fatih Akin, en la que una madre busca venganza contra quienes mataron a su esposo y su hijo. Por último, tenemos Isle of Dogs, el nuevo trabajo del director Wes Anderson.

Por el lado musical, nos encontramos con tres trabajos de este año: Con Todo El Mundo del grupo experimental KhruangbinLoto de los españoles Rufus T. Firefly, y KIDS SEE GHOSTS, el primer disco del proyecto de Kanye West y Kid Cudi.

 PELÍCULAS:

1. The Tale (2018, dir. Jennifer Fox)

Hay mentiras que nos decimos a nosotros mismos para hacernos sentir bien. Comfort foods para nuestro estado de ánimo para llevarnos en el día a día. Eventualmente, nuestra vida cambia y llegamos a un punto en el que esas mismas mentiras dejan de ser tan convincentes porque nos damos cuenta que la verdad suena más fuerte que las demás palabras. The Tale es, precisamente, eso: Reconciliarnos con la verdad y dejarnos de decir cosas como no son para comenzar a sanar.

Esta película autobiográfica lleva a la directora, Jennifer Fox, a contar su propia historia de abuso, luego de ser forzada por su entorno a reexaminar su primera relación sexual a la que ella siempre ha visto de una forma que el resto del mundo no vería bien. Un crudísimo relato donde la directora se da cuenta de la manipulación y el chantaje psicológico que sufrió apenas entrando a la adolescencia y donde comienza a asimilar que la dañó más de lo que creía.

2. In the Fade (2017, dir. Fatih Akin)

Resiliencia, luto, injusticia, ansiedad, rabia. Estas cinco palabras bien podrían usarse para describir, en rasgos generales, el más reciente drama del director turco-alemán Fatih Akin (Contra La ParedAl Otro Lado) en donde Katja Sekerci, interpretada por la sensacional Diane Kruger, pierde en un atentado por motivos altamente racistas y xenófobos a su esposo y a su pequeño hijo. Abatida emocionalmente, Katja va a juicio contra los presuntos autores intelectuales del hecho y se enfrenta a que, pese a que todo apunta que son culpables, un sólido argumento de la defensa deja en libertad a los responsables.

Mientras lucha contra sus propios demonios internos y contra la impotencia de ver impunes a quienes le quitaron su único atisbo de felicidad, Katja improvisa un plan de venganza que desemboca en un final tan sorprendente como poético. Una película sorprendente, dura y soberbiamente actuada donde Kruger termina de consolidarse como estrella y Akin como voz del nuevo cine europeo. Ese Golden Globe no fue casualidad.

3. Isle of Dogs (2018, dir. Wes Anderson)

Una nueva película de Wes Anderson, el esteta más importante e influyente de los últimos 20 años de cine indie, suele ser un acontecimiento. Desde que vi que se filtró, decidí darme un tiempo para poder digerirla y disfrutarla como lo merecía y creo que valió la pena tanta prosopopeya en mi ritual, pese a la tristeza de no poder verla en cines venezolanos.

En esta película, Wes sale de su zona de confort a medias, presentando un futuro distópico marcado por su estética lúdica y el quirkyness de sus personajes como bandera, donde una gripe canina se desata en una ciudad japonesa y las autoridades deciden desterrar a todos los perros a una isla que sirve de vertedero de basura. Atari, un chico de 12 años, se embarca en un peligroso viaje a la isla con la intención de recuperar a su mejor amigo en una aventura donde la amistad y el amor que sentimos por nuestras mascotas importa más que todo lo demás.

Lo de Anderson ya es de otro mundo. No solo logra crear una película deliciosa audiovisualmente hablando, sino que además logra una historia hermosa pese a los bits de violencia y barbarismo con los que, muy sinceramente y a su estilo, Anderson paraleliza con la decadencia de nuestra sociedad actual. Magnífica, pero no creo que sea mi película favorita de Wes Anderson hasta el momento. De igual forma, queda claro es un tipo que verdaderamente me ha marcado con su cine: Desde ese amor imposible por el que te obsesionas de Rushmore, a la disfuncionalidad que fácilmente asocias a tu familia de The Royal Tenenbaums, lo adorable de estar enamorado y hacer locuras por amor de Moonrise Kingdom, el descubrimiento de la comicidad en la terquedad de The Life Aquatic With Steve Zissou, la importancia de la amistad de Fantastic Mr. Fox y la versatilidad de The Grand Budapest Hotel, sin mencionar todo el recorrido psicológico y filosófico entre perdón, luto y amor fraternal de la obra maestra que es The Darjeeling Limited o lo importante de las aventuras y de plantarse al poder para defender lo que queremos en Isle of Dogs, creo que lo que hace tan mágicas a las películas de Wes Anderson no son sus artilugios visuales y la estética de colores pasteles, sino lo muy cerca de casa que pegan.

DISCOS:

1. Khruangbin – Con Todo El Mundo (2018, Estados Unidos)

¿Saben cuando escuchan algo que les parece completamente original pese a sonar a cosas que ya escucharon? Eso me pasó cuando, gracias a los increíbles Tiny Desk Concerts de NPR me topé con Khruangbin, un trío de música experimental de Texas cuya música me intriga y fascina más con cada escucha. Con Todo El Mundo es el segundo trabajo de estudio de este grupo estadounidense en donde despliegan un rock instrumental que toma elementos de la psicodelia y el funk, así como de la música típica del Medio Oriente, España y parte de Asia con una riqueza sonora increíble. Este es un disco sencillo y divertido, que funciona tan bien para fumarte un porro y chillear como para concentrarte en trabajar.

2. Rufus T. Firefly – Loto (2018, España)

“En Twitter alguien nos compara con Tame Impala” se burla Rufus T. Firefly de la gente que solo entiende a la banda australiana como exponente del rock psicodélico, ignorando la existencia de grupos como, para no hablar de clásicos, Of Montreal. Loto es la continuación de Magnolia, el anterior trabajo de esta banda madrileña, y es una mermelada auditiva donde el sonido de las guitarras y los synths evoca paisajes multicolores que se mueven libremente entre letras interesantes, puras y hasta filosóficas, y una grandilocuente batería. Se trata de una banda consciente del entorno donde vive y de las nuevas generaciones, por lo que es común escuchar referencias a Stranger Things o Black Mirror en sus canciones, y, como conocedor de la música que se hace en España, debo decir que Rufus T. Firefly es de lo más interesante que me ha llegado de allá en los últimos meses.

3. Kanye West y Kid Cudi – KIDS SEE GHOSTS (2018, Estados Unidos)

Al grano: KIDS SEE GHOSTS es un disco de resiliencia. Es un disco sobre la desestigmatización -y desromantización- de la enfermedad mental y la depresión. Es un disco sobre cómo la música puede sanarte y puede doler al mismo tiempo. Con este álbum, Kanye West y Kid Cudi se enfrentan a sus problemas mentales con una honestidad encomiable que solo deriva en una catarsis musical. Es autoayuda sin la parte pavosa, donde Cudi y Yeezy se dan fuerza entre ellos mismos para seguir adelante. Concuerdo con Anthony Fantano y su visión de las pistas de este disco como una versión hip hop de la música de The Flaming Lips, en la que destaco, como siempre, el trabajo de layers vocales y la priorización de la voz por encima de cualquier instrumento a la hora de componer. Genialidad absoluta y de mis discos favoritos del año.