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3 películas y 3 discos que debes ver y escuchar esta semana (XLIII)

Por Alejandro Fernandes Riera // @fernandesriera

Qué semana tan oscura hemos vivido y nos queda estar atentos de lo que pueda ocurrir en los próximos días. Hay pocos atisbos de esperanza y mucha incertidumbre por toda la situación que atraviesa nuestro país, pero ganas no nos faltan de salir adelante y dar la cara para buscar lo mejor para nosotros. Capaz puede parecer insensible, pero es necesario encerrarnos en burbujas, así sea por unas horas, para desprendernos de todo lo que irradia este lugar. Si ves en eso una opción viable para no volverte loco, te tenemos, como siempre, estas tres películas y tres discos que buscan abstraerte un poco del mundo real, para que luego pongas foco en todo lo demás.

Por el lado cinéfilo, tenemos tres joyitas de 2018. Primero tenemos a American Animals, una creativa cape movie donde unos chicos quieren robar unos libros invaluables. Le sigue The Endless, una película de ciencia ficción con bajísimo presupuesto pero muy buenas ideas. Por último, recomendamos A Prayer Before Dawn, la historia real de un hombre que sobrevivió a una prisión tailandesa a través del Muay Thai.

Nuestro lado musical se trae otros tres trabajos geniales de este mismo año: Los nuevos discos de Death Cab For Cutie, MitskiOh Sees, que garantizan buenas canciones para actualizar nuestros playlists y sentirnos más plenos.

PELÍCULAS:

1. American Animals (2018, dir. Bart Layton, Estados Unidos)

Al principio lo aclaran bien: American Animals no es basada en una historia real sino que es una historia real. El problema es que esa historia real está contada a través de tantas mentes que recuerdan detalles de formas diferentes que resulta difícil conseguir qué fue lo que pasó en realidad. Otra fábula en tiempos de posverdad, en la misma vena de cintas como la fantástica I, Tonya del año pasado.

American Animals es casi un documental, solo que el apartado ficcionado -o, mejor dicho, la recreación de la verdad según sus propios protagonistas- es mayor que los testimonios que recoge de los implicados en el asunto. ¿El asunto? Cuatro chicos traman el robo de unos invaluables libros de colección y comienzan a meterse tanto en la historia que la confunden con la trama de una película. Todo es real, desde la audacia con la que planean todo, hasta la falta de experiencia, meticulosidad y temple para llevar a cabo este robo apegándose a su plan inicial.

Barry Keoghan, Evan Peters y Blake Jenner se lucen en tres papeles que los consolidan como grandes performers en una cinta con un montaje exquisito y una narrativa genial, dinámica y creativa que apela a la inclusión de los hombres que dieron vida a esta historia para darle verosimilitud, realismo, profundidad y oscuridad. Gran guion, grandes actuaciones, gran montaje, gran banda sonora y, por consiguiente, gran película.

2. The Endless (2018, dir. Aaron Moorhead y Justin Benson, Estados Unidos)

El indie sci-fi suele recurrir al terror para aprovechar sus recursos al máximo. Películas como Coherence (2013) son la prueba de que con muy poco se puede lograr una trama divertida que te atrape. The Endless va en la misma onda, pero con aún más profundidad de la que pareciera tener.

La cinta cuenta la historia de dos hermanos que regresan al culto del que formaron parte algunos años atrás y comienzan a cuestionarse si lo que ahí ocurría y se profesaba era tan descabellado como ellos pensaban, solo para encontrarse una serie de situaciones extrañas que terminarán determinando qué es exactamente lo que ocurre al tiempo que debaten si quedarse o no. Al final, The Endless no es más que una linda historia de amor fraternal y sobreprotección, disfrazada de terror sobrenatural para que su mensaje llegue como debe.

3. A Prayer Before Dawn (2018, dir. Jean-Stéphane Sauvaire, Francia/ Inglaterra)

Grabada claustrofóbicamente con cámara en mano dentro de una prisión tailandesa real, esta cruda y visceral película cuenta la historia real de Billy Moore, un individuo corrompido y llevado por sus propias adicciones que termina en la cárcel, donde, para sobrevivir, debe convertirse en campeón de Muay Thai.

A Prayer Before Dawn es un relato aterrador sobre cómo es la vida en las horribles prisiones en Tailandia contado con un pulso y realismo digno de aplausos para el realizador francés Jean-Stéphane Sauvaire, quien se arriesga a exponer la humanidad en un lugar tan deshumanizador como lo es la prisión, buscando de alguna forma la redención de Billy, un individuo con fallas excelentemente interpretado por Joe Cole. Excelente decisión de usar la cámara handheld, pues de esta forma nos sentimos dentro de la pelea y de la mente de nuestro protagonista.

DISCOS:

1. Death Cab For Cutie – Thank You For Today (2018, Estados Unidos)

Mi sanidad mental no agradece que haya nuevo disco de Death Cab For Cutie, porque suelen ser de esas bandas que me ponen más triste y solipsista que nunca. Sin embargo, mi corazón les agradece que sigan haciendo música y, sobre todo, música que siga sonando a ellos y a su inherente melancolía. TYFT es un disco que resume la naturalidad de Ben Gibbard para ponerle las palabras justas a lo más cotidiano, a lo desesperanzador, a lo que nos inquieta y a lo que nos hace humanos. Un trabajo que denota que esta banda sigue teniendo ideas frescas para renovarse.

2. Mitski – Be The Cowboy (2018, Japón/Estados Unidos)

Mitski Miyawaki vuelve con un disco que, en pocas palabras, amalgama su grandilocuencia musical e increíble trabajo de guitarras y sintetizadores, con una pluma insaciable que escribe con feeling sobre la soledad, el amor y el desamor, contando pequeñas historias de amor que se sienten muy personales y cercanas al corazón de la compositora que deja un mensaje muy claro desde entrada: Sí, la vida tiene muy malos compases, pero por más que te caigas del caballo tienes que volverte a subir y volverlo a intentarlo hasta que logres mantenerte.

3. Oh Sees – Smote Reverser (2018, Estados Unidos)

De los grupos más trabajadores, inventivos y geniales de los últimos 20 años. Smote Reverser es un disco donde muy inteligentemente homenajean a los orígenes de la banda, borrando las líneas divisorias entre garage rock, rock psicodélico, rock progresivo y blues. Música hipnótica y estridente pero con sentido. Este disco destaca por mezclar guitarras plagadas de grandes solos y la tímida voz de John Dwyer, su incombustible líder, con las baterías más progresivas de la banda en años, sin olvidar sus teclados y su feeling de jamming en todas las canciones.