Cuando te mencionan que tres artistas de escala internacional quienes acaban de publicar nuevo material se presentarán en época decembrina en un concierto gratuito en Caracas, es de esperarse que mucho antes de la hora convocada ya esté repleto de seguidores.
Por Rosanna Moncada Villarroel // @rosanneando
Rawayana quiso bautizar su tercer álbum, Trippy Caribbean, recordándole al público venezolano esos viejos tiempos donde se hacían eventos de gran magnitud en los que podías disfrutar de música alternativa venezolana en la calle y fuesen organizadas en conjunto con entes gubernamentales que aseguraran la tranquilidad de todos.
De esa manera, el evento comenzó poco antes de la hora estipulada con música reggae que despertó el sentido musical de los presentes y, en caso de que pudiese existir una persona que necesitara ser alentada para comenzar a vacilar, el DJ Anibal Hamilton inició la ronda de artistas haciendo que los presentes tuviesen la mano arriba desde el momento en que comenzó a mezclar, hasta que le cedió la tarima a Akapellah.
No es un secreto que la popularidad del rapero aumentó luego del lanzamiento de Milki, tema que al interpretar en vivo hizo estremecer el pavimento entre saltos y gritos del público identificado con la letra de la canción.
Sin presentación, Apache entró a tarima con su sencillo promocional No A La Exclusión, seguido de éxito tras éxito, el artista brindó un performance de primera acompañado de bailarines, con invitados especiales de la talla de Gona en el tema Como Venga y de su pareja, en el tema Relación.
Comenzó a caer la noche y los oriundos de Rawayanaland mantenían en zozobra al centenar de fanáticos que se se unieron a su celebración. De repente, el alcalde del municipio Chacao, Ramón Muchacho, subió a la tarima para recordar que el bienestar de todos los presentes debía ser cuidado por cada uno de ellos y que el espectáculo estaba dedicado a la juventud. “¡Viva la juventud!” cerró, y mientras se retiraba el público optó por gritar el clásico “Y va a caer”.
Seguidamente entraron los chicos de Rawayana para deleitar hasta aquellos que no llegaban a ver la tarima por la lejanía, con sus clásicos y más recientes temas. Beto, en muchas ocasiones no tuvo necesidad de cantar pues el coro que lo acompañaba desde casi la plaza Altamira lo cubría tranquilamente, y esa satisfacción se notaba en su rostro.
Entre los momentos memorables de la noche estuvo la interpretación de Sin Dormir, donde invitó al público a encender el flash de sus teléfonos celulares mientras se balanceaban de un lado a otro con las manos arriba.
Y aunque muchas personas esperaban que cerraran con canciones como High o Algo Distinto, la banda decidió invitar a la tarima a 4to Poder, elegidos como padrinos del disco, con quienes tocaron Arenita Playita para servir en bandeja de plata Véngase Parte I como cierre del show.
Si quieren saber qué sucedió de la mano de sus propios protagonistas estén atentos a las publicaciones especiales de la página.