La pianista venezolana Gabriela Montero publicó en su blog una carta abierta, a propósito del concierto llevado a cabo ayer en La Victoria, con la participación de la Sinfónica Juvenil José Félix Ribas, bajo la dirección de Christian Vásquez, y que fue transmitido por cadena nacional.
A continuación el texto, traducido por El Universal:
“Creo que ha llegado el momento para mí, como artista, venezolana, mujer y madre de escribir una carta a José Antonio Abreu y Gustavo Dudamel. No lo había hecho antes por afecto y respeto a Gustavo.
Pero ya no puedo permanecer en silencio. Ayer, mientras decenas de miles de manifestantes pacíficos marcharon en Venezuela para expresar su frustración, dolor y desesperación por el derrumbe total cívico, moral, físico, económico y humano de Venezuela, y mientras el gobierno, milicias armadas, Guardia Nacional y policía atacó, asesinó, hirió, encarceló e hizo desaparecer muchas víctimas inocentes, Gustavo y Christian Vázquez dirigían sus orquestas celebrando el Día de la Juventud y los 39 años del nacimiento de las orquestas. Tocaron un concierto mientras su pueblo fue masacrado.
A menudo uso la analogía del Titanic. El cuarteto se hundió con el barco mientras seguían tocando su música. La música no ayudó. La música no los salvó. Venezuela se hunde y El Sistema se hundirá con él. Nos hemos trasladado pasando el punto de no retorno. Música, ambición y fama no valen nada al lado del sufrimiento humano. No significan nada cuando son abusados, heridos y asesinados…
No más excusas. No más “los artistas están por encima de todo”.
No más “Hagámoslo por los niños”. Las 200.000 personas que han sido asesinadas en los últimos 15 años debido a la creciente violencia, las acciones oprobiosas y el lenguaje del gobierno, importan más que cualquier instrumento, que cualquier ideología, profesión, cantidad de dinero y cualquier satisfacción personal o ganancia. Esos mismos niños están creciendo en un país que ya no es un refugio seguro para ellos, y es responsabilidad de los dirigentes arrojar luz sobre la verdad, sobre la situación real en mi país.
Amo a los músicos de El Sistema. Muchos de ellos son mis amigos y eso no se los voy a quitar, pero sus líderes tienen la obligación moral de hablarles y arriesgar lo que sea necesario con el fin de enfrentarse a esta dictadura que ahora nos reprime.
Venezuela está en llamas y seguirá quemándose hasta que los cubanos, el gobierno y sus beneficiarios renuncien al poder. Quisiera pedirles que lean las noticias, pero no hay nada en ellas. La garra del gobierno es tal que el mundo sigue guardando silencio, ciegos y sordos a nosotros…”
Por su lado, Gustavo Dudamel escribió un escueto comunicado aclarando las razones por las que dio el concierto el pasado 12-F. Aquí pueden leerlo.