Su nombre es iCub.
Aunque posee un escalofriante parecido con los robots del videoclip de Björk, ‘All is full of love’, este pequeño experimento es el primer robot capaz de expresar emociones a través de su rostro y patrones de habla. Creado por el Istituto Italiano di Tecnologia, fue diseñado con la complexión de un niño para hacerlo más amigable, aunque los amantes de la ciencia ficción y el terror opinarán lo contrario. Funciona con 53 motores y es capaz de emular emociones como la alegría y la tristeza.
Sus pulidos movimientos pueden ser apreciados en el siguiente video, que además demuestra el proceso de la máquina para aprender nuevas palabras y sus reacciones al tacto humano: