Probablemente no verás un video más doloroso que este en toda la semana.
Un padre extremista le advirtió a su hijo que si no mejoraba su rendimiento en el colegio y subía sus notas en un período de tres semanas, cosas muy malas le pasarían a sus consolas de videojuegos… y en efecto, ocurrieron.
Con unos altos niveles de sadismo (porque además lo capturó en video y probablemente lo envió a todos sus compañeros de clase), el padre hizo que su hijo rompiera lo que parecen ser dos Xbox y unos controles con un martillo gigante.
El chico le echó la culpa a los maestros, pero de todas formas tuvo que ponerle fin a sus amadas posesiones.
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