Según su relato, alguien arrojó algo en su bebida mientras se encontraba con el cantante y sus amigos.
Bailey Scarlett, una modelo freelance, afirmó que fue drogada en un estudio de grabación ubicado en Melbourne, Australia, donde Justin Bieber llevó a cabo una fiesta. A través de su cuenta de Facebook, narró que fue invitada junto a otras chicas como parte de un exclusivo grupo, ansiosas por conocer a un ‘promotor profesional’.
Scarlett narró que, después de un rato junto al cantante y sus compañeros, se sintió mareada y terriblemente mal. Fue entonces cuando sospechó que alguien había arrojado algo en su trago. Nerviosa, empezó a llorar, sintiéndose insegura.
Bieber se percató del asunto y se acercó a ella para consolarla, diciéndole cosas como ‘estás bien, respira… estás teniendo un ataque de pánico, debes tener ansiedad’. ¿Y qué hizo después? Le dijo a sus agentes de seguridad que se deshicieran de ella.
Según TMZ, las autoridades locales la transportaron al hospital St. Vincent, donde se negaron a atenderla alegando que ‘era algo común entre los amigos de la gente famosa. Un montón de chicas vienen así’. Los paramédicos le dijeron que durmiera.
El dueño del estudio, Jimi Wyatt, afirmó que tras revisar las cámaras de seguridad no vio ninguna evidencia que corroborara la historia de Scarlett. Alex McDonnell, organizador del evento, afirmó que la chica solo fue víctima de un ataque de pánico.
‘No quiero que ninguna chica esté nunca en la posición que estuve’, culminó Scarlett en su publicación (ahora privada). ‘Justin Bieber es, honestamente, nadie. Es la persona menos inspiradora que probablemente he conocido en mi vida’.
