Así se celebran los 20 años de una banda.
La agrupación anzoatiguense Tomates Fritos presentó al mercado su quinto trabajo discográfico, titulado homónimamente.
Tras Molly, Odyssey, Hombre Bala y Hotel Miramar, llega Tomates Fritos, un disco que apuesta a un sonido completamente diferente, ahora en formato trío, pero aún liderada por Boston Rex, que se centra en el sintetizador como instrumento principal a la hora de componer.
Tomates Fritos presentará el disco por primera vez en vivo este 5 de agosto, a las 7 pm, en el Centro Cultural BOD. Las entradas se pueden adquirir en las taquillas del recinto y en ticketmundo.com.
Aquí pueden escuchar el álbum:
En la nota de prensa, los Tomates, entrevistados por la periodista Marianna Gómez, definen a cada track del álbum de la forma más sintética posible:
Multicolor – Ayahuasca
Me Cuesta – Arrepentimiento
Calma – “una rumbita”, “bailable”
Ya Estaba Mal – el país
Me veo sin ti – ¿Requiere explicación?
Mitad Dual – metáfora, tributo accidental a Cerati
Hospital – Oda a la música
Me cansé – retrato del sentimiento de la gente en la calle
Sven – No era para él, pero coincide con las letras de su nombre. Murió en el atentado de París.
Volver Atrás – Esas personas y cosas que no cambian
Huyendo – Exilio
En el proceso de la producción de los temas que condujo Max Martínez, el bajo tradicional fue sustituido por el sintetizador. Boston Rex, tocó las melodías con la mano derecha y con la izquierda, el bajo. Kike Franco ejecutó las guitarras de todo el disco y dos de los cinco temas que tienen bajo eléctrico; Tony Maestracci y Max Martínez, las baterías, cuyo diseño acústico estuvo a cargo de Ricardo Parra. La grabación se realizó en Remoto Estudios, en Caracas, y en las manos de Ricardo Martínez, productor musical, bajista de agrupaciones como Wahala y Famasloop. Los overdubs finales, fueron grabados en Altos Studios en Puerto La Cruz.
“Lo más difícil de la mezcla y el mastering son las decisiones que hay que tomar”, confiesan los Tomates al referirse al rumbo inusitado que tomó el material desde su grabación hasta la entrega final de la masterización.
Los tracks fueron entregados a Eduardo López para la edición en Colombia.
Este quinto disco incluyó un importante proceso de selección del equipo de ingeniería de sonido. La mezcla, uno de los eslabones protagónicos, fue encargada al mexicano Eduardo “Lalo” Del Águila, afamado ganador de los premios Grammy y Latin Grammy por su trabajo en el disco “Hasta ella Raíz” de Natalia Lafourcade y miembro del crew de grabación del MTV Unplugged de Zoé, como parte de su prolífico catalogo. No existía un concepto claro de cómo querían que sonara el disco, porque ello formaba parte de la nueva experiencia. El aporte de Del Águila, fue decisivo: añadió 40 % más bajos que los concebidos por la banda; con delays, mezclas opacas y otros recursos de infinita creatividad y experticia, le imprimió “otra personalidad”. Se trató de un proceso de estéticas sobrevenidas.
“Lalo” propuso a la banda hacer un match perfecto de trabajo de masterización con el ingeniero de sonido estadounidense Brian Lucey, en cuyo estudio Magic Garden Mastering, en Los Angeles, hizo el master a discos de The Black Keys, Arctic Monkeys, Marilyn Manson y Beck, entre otros artistas.
El décimo integrante de la lista de los responsables de “Tomates Fritos”, es Alvaro Casas, integrante de Americania, en los coros.