Nadya Tolokonnikova y Maria Alekhina, integrantes de Pussy Riots, fueron liberadas de prisión después de que se cumplieran tres meses de la fecha pautada originalmente.
Las dos mujeres y su compañera Yekaterina Samutsevich fueron arrestadas por hacer actos considerados blasfemos en una catedral.
Samutsevich apeló su sentencia con éxito pero las otras dos integrantes de la banda permanecieron privadas de su libertad a pesar de las críticas mundiales.
Según informa The Associated Press, los prisioneros que no han cometido actos violentos, que sea su primer crímen menor y que sean mujeres con niños pequeños, pueden pedir amnistía.
Durante su tiempo en prisión, Alekhina se declaró en huelga de hambre y Tolokonnikova escribió una carta abierta, protestando por el tratamiento de sus prisioneros. Luego de haber publicado la carta, desapareció por 21 días por haber sido trasladada de prisión.
El presidente Vladimir Putin, dijo en una rueda de prensa que no se arrepiente de haberlas apresado y las tildó de degradar la dignidad de la mujer.