Por Humberto González Bustillo / @bertgonzalezb
Las personas se acercan a la música por distintos motivos. Esto dicho desde los dos extremos del arte. Desde el que escucha, y desde el que crea. Y los motivos son diferentes, siempre. Por una parte, los artistas crean por una necesidad de drenar algunas cosas. Y el arte es lo que mejor les ayuda. Hay otras ocasiones en las que solo se va a la creación por pura inspiración, y otras veces por diversión. Y así, infinidad de decisiones ponen en perspectiva el acto creador.
Desde el punto de vista del escucha, ir a la música es muy parecido. Para divertirse, para cantar, para drenar. Las mismas decisiones del creador las toma el escucha. Todo es una forma de sanación, al final. Sea cual sea el mal que deba sanarse.
El último disco de Marty Thompson trae un poco de todo esto, pues las decisiones que toma en cada uno de los temas de su nuevo álbum, que lleva por nombre “Romantic Stories”, es así. El álbum comienza con un tema atrevido y lúdico. “A thud” nos introduce a este viaje interesante del roquero de Texas, cuyo estilo ha evolucionado hasta el punto de parecerse más y más a Neil Young, y en ocasiones, en sus momentos más “raros”, incluso a artistas como Ariel Pink.
Desde “Devil’s Bridge” hasta la mitad del álbum, “Anymore”, Thompson demuestra su calidad como músico, no solo desde la utilización de su voz como principal elemento narrativo, sino que la música evoluciona, pasándose por ritmos bastante peculiares, y decisiones atrevidas en la ejecución musical.
“Romantic Stories”, el tema que da nombre al álbum, es definitivamente el mejor de los 10 que conforman el álbum. Es un tema rápido y sencillo, en donde la guitarra, con una ligera distorsión, lleva el ritmo de la canción, acercándose al Thompson más indie de todo el álbum. La voz del productor y mente maestra del álbum, es lenta y dulce, y su espontaneidad narrativa refleja los años de experiencia como músico de Thompson.
El álbum cierra con la carismática balada “Lamplight in Prague”, la cual toma muchísimo de las experiencias de Thompson, y sus viajes por Europa, en donde él mismo indica que se le ocurrió por primera vez la idea de comenzar a trabajar en un álbum, en el 2015. “Romantic Stories” es interesante, y por momentos brillante, sin embargo. Pero se siente que trae a rastras varios temas que están de más en lo que en en general es una buena selección de canciones.
