Luego de una campaña exhaustiva, Miley Cyrus sacó a la luz su video “We Can’t Stop”. Básicamente es uno de esos esfuerzos que hacen las estrellas infantiles para sentirse malotas.
Con muchas sacadas de lenguas, revolcadas en la cama, eufemismos y poca ropa, la cantante interpreta una canción de discoteca sobre cómo nadie le va a decir qué hacer con su vida, que va a rumbear hasta que amanezca y todos los demás clichés de adolescente rebelde.
Miren el video acá, y recuerden que si comen chicle haciendo esos movimientos en una cama, se van a ahogar.