30 años se dice fácil, pero es todo menos eso. Hablamos de una banda que ha sobrevivido varios cambios presidenciales y les ha cantado las cosas en su cara a todos y cada uno de ellos, sin importar la polémica. Comenzaron escribiéndole a Luis Herrera Campins, que iba de salida cuando apenas daban sus primeros pasos, e hicieron lo propio con Lusinchi, con Carlos Andrés, con Caldera, con Chávez y con Maduro. Porque al final su música es eso: contracultura.
Sus letras llenas de ironías inteligentes se convirtieron en himnos para su público, y además han recorrido el mundo y siguen sin perder vigencia. Muchos han dicho que se vendieron, pero acá pensamos que siempre han mantenido la misma tónica, con sus aciertos y desaciertos. Como todos.
Lo cierto es que para un país como este, donde la música sigue siendo bastante precoz (tenemos 56 años de rock muy mal llevados), resulta plausible la labor de esta institución que es Desorden Público. En los últimos 30 años, han sido ejemplo de constancia, de ganas de trabajar, de autosuperación, pues gente que vivió la época decía que no eran los mejores instrumentistas del mundo, pero tenían una actitud y ganas de comerse al mundo que opacaban sus carencias y con el tiempo fueron mejorando en ejecución y composición, y sobretodo, de amistad, pues gran parte de su formación original se mantiene actualmente tocando con ellos.
Cualquier homenaje se queda corto, pero con el mero fin de celebrar que ya son 30 años, curamos un playlist de 30 canciones que exponen, en esencia, lo que es Desorden Público: