El sábado en una playa de Lechería se llevó a cabo la edición 2014 del Sunset Roll Festival, un encuentro cultural donde convergen distintas formas de arte al cual fuimos invitados por la producción para asistir y disfrutarlo.
Por: Manuel Ángel Redondo / @ManuelAngel
Éste es el espacio asignado en CochinoPop para que yo escribiera la reseña del evento, pero el tremendo buen rato del fin de semana, con sus excesos y la resaca posterior impidieron más fluidez en las ideas y me llevaron a concluir, sin asesoría alguna, que ustedes prefieren leer un resumen conciso más que un artículo poético de Prodavinci. De manera que, acá dejamos siete razones por las cuales creemos que el Sunset Roll es un festival increíble.
1. El montaje
No soy un experto en producción de eventos musicales ni un sibarita de festivales foráneos. Por cuestiones de trabajo sí he tenido que ver uno que otro toque, producir uno que otro show y ver uno que otro festival. Basándome en esa experiencia puedo decir que el Sunset Roll cubrió con todas las expectativas de su ambicioso concepto.
La playa estuvo llena de música, arte y gente pasándola bien, dentro de un montaje y producción que no dio esos típicos problemas que vemos en conciertos hechos en Venezuela como largas colas para lo que sea, buhoneros jodiendo tu existencia, falta de refrigerios, gente coleándose, peleas entre malborrachos, etc.
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2. La diagramación y variedad de actividades
Más allá de concentrarse en un concierto de música, en toda la playa había distintas actividades divididas por zonas: una de venta de comida o material POP, otra de descanso, una donde habían artistas plásticos creando sus obras frente al mar, una carpa de puki puki y música elétronica, un VIP y la tarima principal.
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3. El sonido
Mención aparte para la calidad del sonido. Sin caer en tecnicismos, los asistentes al festival pudimos disfrutar de cada show de manera impecable. Si así se escucha en los videos grabados entre la gente, imaginen estar ahí.
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4. La locación
Hay pocos lugares buenos para poder disfrutar de bandas nacionales en vivo. Más allá del bar de costumbre o algún buen teatro si tienes suerte, las posibilidades se reducen a casi cero. Por ello la posibilidad de disfrutar de un cartel tan variado (Velfrance, Kemawan, Telegrama, Buenaparte, Charliepapa, Famasloop, Zapato 3 y Apache) a la orilla de la playa es una oportunidad impelable. Además, el sábado había momentos en que pareciera que la Bahía de Pozuelos se había hecho para tenerla de fondo mientras se ve música en vivo. Un paisaje increíble.
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5. El ambiente
Podría describir mucho acerca de cómo se vivió el asunto, pero los videos lo clarifican mucho mejor:
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6. El After Party
Para los que aguantan la mecha, hubo más de 12 horas continuas de música más un after party incluido. Pasada la media noche, una vez terminado el show de Zapato 3, esa tarima al lado de la playa se llenó de humo con el show de Apache, seguido del dj set de Le Jac. Nada mal.
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7. Concepto y futuro
Obviando los puntos anteriores, el Sunset Roll es un ejemplo de que las cosas se pueden hacer bien. Llevar a cabo un evento musical y cultural de esa envergadura, sacarlo adelante sin fallas graves y además otorgando un rato brutal a todos los involucrados en él (artistas, público, prensa, etc) es un respiro de aire fresco en medio de un país en el que la esperanza sólo se ve de a ratos, como se vio el sábado en Lechería.
En Venezuela nada es seguro. El rumor es que los organizadores esperan continuar con el festival en el 2015… Y ojalá así sea.
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