Los Grammy Latino se acercan y CochinoPop les ofrece la exclusiva de vivir este momento desde el punto de vista de una de las bandas nominadas: Viniloversus. Adrian Salas, integrante de la banda, sirve de corresponsal íntimo en la gira norteamericana de la banda pegada a los premios que celebran la segunda nominación de los caraqueños. Estaremos con Viniloversus en todo este proceso y solo aquí, pueden ver que se siente estar nominado a los Grammy Latino.
Último Capítulo
Tour Cambié de Nombre / Latin Grammys 2012
(19/11/12)
Por: Adrián Salas (@adriantxusalas)
Finalmente estamos de vuelta en casa después de lo que ha sido una de las mejores giras que hemos tenido con la banda, y sin duda alguna, una de las más divertidas también. Fue corta, pero la verdad es que se sintieron esos vuelos cada tres días, especialmente con el perolero que llevamos encima. Siempre estamos viajando juntos y cada viaje tiene su toque especial, pero de vez en cuando llega uno que además de buenas memorias también deja crecimiento y enseñanzas. Para nosotros, como banda independiente, eso ha sido clave.
Aunque no corrimos con la suerte que queríamos, es imposible decir que nos fue mal.
Junto a Los Mesoneros
De dos nominaciones pegamos una: “Cambié de Nombre” ganó el Grammy Latino por Mejor Diseño de Empaque. Debo confesar que no se siente como que ganamos, ya que no estuvimos relacionados directamente con el diseño del arte, lo nuestro realmente es la música. Pero no podemos olvidar, como dijo MASA durante su discurso de agradecimiento, que el arte de un disco es lo que te invita a escucharlo, es lo visual a aquello que suena. La verdad es que estamos muy contentos por el premio, especialmente porque fue un aspecto del disco al que le apostamos en grande desde el día uno. Ha sido un gran placer trabajar con un diseñador del calibre de Miguel y estamos muy contentos que se haya visto retribuido su esfuerzo y dedicación.
El sobre que revela al ganador
Junto a MASA en el Green Carpet
Con respecto a la nominación a Mejor Álbum Rock no me queda más que ser honesto y confesar que pensé que teníamos un chance, al menos por un momento. Es posible que esté de más aclarar esto, pero prefiero prevenir que lamentar: nosotros no hacemos nuestra música para ganar premios, pero sin duda es un impulso enorme que por cualquier otro medio sería imposible de lograr. De igual forma, el simple hecho de estar nominados nos da el pase para surfearnos la ola, quizás no en la mitad del pipeline, pero de seguro en un lugar muy bueno. A fin de cuentas, los Latin Grammys son un juego político y si quieres aprovecharte de su plataforma, tienes que adaptarte a como lo juegan ellos. Con esto no estoy insinuando que perdimos por un politiqueo, no me queda duda que Molotov consiguió la mayoría de los votos, lo que quiero decir es que no fue el momento y todavía nos queda camino por recorrer.
Lo más simbólico de un regreso. La maleta.
Nuestras categorías no fueron televisados. Junto a la mayoría de las estatuillas, estas también fueron entregadas en un Pre-Telecast desde el House Of Blues en el Mandalay Bay, así que después de hacer entrevistas en la alfombra verde el resto de la noche fue de relajo y celebración. Después de los premios nos encontramos en el cuarto para un touch & go rápido antes de salir de fiesta, un par de shots de tequila y nos fuimos. Cada quien agarró por su cuenta, aunque también es justo decir que todos estábamos en un plan distinto. El mío no defraudó, gané unos buenos realitos jugando un rato en la ruleta y desde que llegamos al after party no paramos hasta recoger las maletas en el cuarto para irnos al aeropuerto. Como se darán cuenta, me gusta respetar tradiciones y Las Vegas tiene una bastante conveniente.
Roro en el aeropuerto. No aguantó.
El regreso a Caracas cuadró con Voyage, una de las pocas fiestas de la ciudad que realmente me gusta y por temas de trabajo tenía más de un año sin coincidir, así que no pelamos el chance para celebrar con nuestros amigos y, por supuesto, de vacilarnos la buena música que pinchan los monstruos de David y Truji. Y así termina el viaje, con uno de los mejores amaneceres que he visto en nuestra querida Caracas. Nos quedan los buenos recuerdos, lo aprendido y la certeza de que, a pesar de todos los sacrificios que uno hace como músico, esta es una profesión que sabe dar recompensas. No puedo despedirme sin antes agradecer a TODOS los que han estado pendientes de la banda estas últimas semanas, en especial por todas las buenas energías que nos han enviado. Nos vemos pronto.
Voyage Party
Amanecer en casa