Transmitido desde el año 2007.
Pareciera que una maldición cayó sobre la familia West-Kardashian luego de todos los problemas que están estado atravesando desde mediados de año, quizás por eso han decidido suspender “temporalmente” la grabación de su vida para el reality show Keeping Up with The Kardashians.
Hace unos meses, Kim fue víctima de un robo mientras visitaba la ciudad de París, donde fue amarrada y amordaza para robarle unas joyas valoradas en millones de dólares. Por otro lado, su esposo Kanye West se encuentra hospitalizado luego de sufrir un “colapso mental” que lo obligó a suspender todas las fechas programadas dentro de su gira de conciertos.
De acuerdo con un reportaje, la famosa mujer está “reconsiderando todo” por lo que su vida privada no se grabará más hasta el 2017.