‘Interstellar’ es una de esas películas que, ames u odies, son claves para entender la nueva onda de ciencia ficción en el cine actual.
La obra de Christopher Nolan está por cumplir un año de haberse estrenados y, a continuación, compartimos una lista de 8 curiosidades recopiladas por Código Espagueti que esconde la cinta.
Aquí pueden verla:
1. La polémica científica
Mucho se habló sobre la polémica científica alrededor de esta película. Después de queGravity saliera y Neil Degrasse Tyson señalara sus incoherencias científicas junto con muchos otros astronautas, el tema pareció agarrar relevancia y todos voltearon los ojos a la comunidad científica para cuestionar a Interstellar. Pero Nolan trabajó muy de cerca, como bien se sabe, con el prominente físico Kip Thorne que le exigió dos premisas básicas: nada de lo que pasara en la película podía ir en contra de las leyes físicas y todas las premisas teóricas que pudieran resultar en la trama tenían que venir de teorías científicas existentes.
Así, todo el asunto del viaje en el tiempo viene de las teorías adelantas por Thorne que también sirvieron para el viaje en hoyo de gusano que aparece en la adaptación de Contact de Carl Sagan. Además Thorne trabajó de cerca con los supervisores de efectos especiales para darles una cantidad considerable de ecuaciones teóricas que lograran retratar con la mayor fidelidad posible todas las especulaciones que existen sobre la apariencia real de agujeros negros. Finalmente, Thorne colaboró de cerca para la creación del divertido juego web que salió como promocional de la película y que es científicamente correcto en lo que concierne a las correspondencias de tiempo, gravedad y energía. También, fuera del trabajo de Thorne, el uso al final de la gravedad como forma de comunicación entre dimensiones tiene fundamentos en teorías científicas importantes, como en los trabajos de Lisa Randall.
El resultado de todo esto no nada más fue espectacular visualmente sino que sirvió para que Thorne escribiera dos artículos científicos adelantando nuevos avances en astrofísica y gráficas computacionales. Y claro, tal vez pueda parecer ya algo ridículo el querer comprobar la pertinencia científica de una película de ciencia ficción: digo, estamos aquí para ver irrealidades y no para preguntarnos sobre la imposible estructura ósea de Godzilla. Aun así, sigue siendo interesante ver cómo se armó la polémica alrededor de esta película y como el mundo de la divulgación científica terminó alabando sus hallazgos.
2. Una producción ajetreada
Se sabe que la película pasó por varios baches creativos. En principio, desde ya un lejano 2006, Spielberg estaba puestísimo para dirigirla y fue él mismo el que contrató a Jonathan Nolan para trabajar el guión. Cuando el afamado director decidió abandonar el proyecto Jonathan propuso a Paramount la contratación de su hermano.
Y ahí no acabó el asunto. Después vinieron las peleas de los estudios para repartirse el pastel: como Warner Brothers había trabajado ya con Christopher Nolan en la trilogía de Batman y en Inception, quisieron entrar a la coproducción de la cinta. Paramout aceptó, al parecer, negociando unas cuantas cosas que nos anuncian futuras películas: Warner Brothers les cedió el derecho a cofinanciar próximos proyectos en cintas de South Park y remakes o secuelas de Friday the 13th.
3. Un guión ultra-secreto
Al parecer, una vez que llegó al proyecto Nolan quiso mantener el guión en el máximo secreto posible. Para lograrlo, sólo distribuyó copias del guión en un papel rojo brillante que impedía fotocopiarlo y pidió la mayor discreción posible. Es más, cuando le hizo leer un tratamiento de Matthew McConaughey le pidió que lo leyera en el mismo momento con la presencia de un representante de la producción. Acabando la lectura que tomó, aproximadamente, cinco horas, el actor tuvo que regresar la copia original. Al final McConaughey admitió que no le reveló nada de la trama de la película a su esposa hasta ya concluida la postproducción.
Algo similar ocurrió con Jessica Chastain que, por ese entonces, andaba filmando en Irlanda: se le envió un tratamiento con una marca de agua con su nombre en cada página y tuvo que regresar el guión cuando apenas había acabado de leerlo.
El resultado ya lo conocemos: después de un enigmático primer teaser nadie tenía idea de la trama o la magnitud de la película y no fue hasta mucho después que empezamos a apreciar elementos de la historia. Se agradece la estrategia por la enorme expectativa que creó alrededor del mundo; se lamenta la estrategia porque muchos esperaron una cosa totalmente diferente. En todo caso, las expectativas se generaron y crecieron como espuma… algo habrán hecho bien.
4. La magia de los efectos visuales
Nolan no nada más quería que su película fuera realista desde un punto de vista científico. Para lograr todo el alcance que esperaba, también buscó crear cierta ilusión de realidad e impacto a través de efectos especiales poco convencionales.
Como ya comentamos en algún video por aquí, los robots no fueron creados por computadora sino que, en muchas tomas, estuvieron personificados con complejas marionetas por el artista físico Billy Irwin. El resultado fue esa mezcla particular de torpeza y pesadez auténticas que se contraponían a la funcionalidad robótica haciéndolos más humanos, más personajes y menos relleno.
Pero eso no fue todo. Nolan no quiso utilizar pantallas verdes en muchas de las escenas del espacio. Así que pidió a la compañía de efectos especiales que creara una cierta cantidad de fondos que se proyectaban afuera de la nave espacial en al que interactuaba el elenco. Los actores podían entonces trabajar con un fondo espacial que estaban viendo y que no tenían que imaginar –como pasó en gran parte de las tomas de Gravity. Siguiendo esta misma visión, Nolan quiso filmar en la mayor cantidad de locaciones reales por lo que construyó sets y viajó a lugares como Islandia para filmar en entornos físicos existentes. Con decir nada más que cultivó 500 acres de maíz para filmar las escenas de la tierra moribunda –como había hecho en la producción de Man of Steel– y que luego quemó gran parte de estas cosechas frente a la pantalla.
Todo esto se conjuntó con un enorme trabajo técnico en la edición de sonido y muchísima investigación documental que le dieron ese aspecto tan realista a la película. Y claro, si se le pueden criticar ciertas cosas a la cinta en conjunto, dudo que alguien pueda dudar de la enorme impresión visual que logró captar Nolan con cariñoso cuidado.
5. Algunos detalles técnicos
Si queremos seguir un poco con los aspectos técnicos de la cinta, hay algunas cosas que pueden entrar en nuestra lista de curiosidades. Como que todas las escenas fueron filmadas utilizando el formato de cámaras 15/70 mm IMAX. Esto hizo que se utilizara una cantidad bestial de película y que la cinta completa estuviera contenida en más de 800 terabytes de información que llegó a tardar más de 100 horas en renderear.
Otras curiosidades técnicas involucraron montar cámaras IMAX en la punta de un Learjet y crear un polvo sintético especial a base de celulosa para recrear las tormentas de polvo en la tierra moribunda. No se fueron con enchiladas.
6. Las curiosidades de Nolan
Aparte de las discusiones interminables con Kip Thorne y de la enorme secrecía que creó alrededor del guión, Nolan también hizo alguna que otra curiosidad antes y durante el rodaje. Por ejemplo, se sabe que se negó a ver Gravity para que no influenciara en nada su forma de dirigir Interstellar.
También se sabe que le pidió a Hanz Zimmer crear una banda sonora original que no tuviera que ver nada con sus anteriores colaboraciones en la trilogía de Batman y enInception. Para lograrlo, le dio al legendario compositor sólo unas cuantas páginas del guión que involucraban, en particular, la relación de Cooper con su hija para que tomara un enfoque más emocional. Si el resultado ya les parece increíble, consideren también esto: muchas pistas sonoras del compositor se cuadraron a un tempo específico de sesenta bits por minuto para simular con la música el paso del tiempo y meter, incluso en este recóndito escondite, la temática temporal que tanto se desarrolla en la cinta. Esta fue la quinta colaboración entre el enorme compositor y el director; y hasta ahora Nolan sigue diciendo que ésta ha sido el mejor score original que Zimmer haya jamás creado.
7. Sobre los personajes
Algunas curiosidades de los personajes también nos parecieron interesantes. Por ejemplo, que Murph iba a ser un niño en el primer tratamiento del guión. O que, posteriormente, se observa en la estantería de libro con la que comunica con su padre, una copia de The Stand (La Danza de la Muerte) que es una historia de Stephen King sobre cómo los hombres lidian con el apocalipsis en un desolado paisaje de Estados Unidos.
También, como detallito adicional, consideren que en toda la película no se menciona el nombre de pila de Cooper convirtiéndolo en un símbolo del padre sin nombre, no reconocido, de toda la futura raza humana.
8. El elenco
Algunas curiosidades del elenco incluyen el hecho de que una enorme mayoría de los actores ya había ganado un Oscar antes de esta película: Michael Caine, Matthew McConaughey, Ellen Burstyn, Anne Hataway y Matt Damon están entre los consagrados.
Sobre las decisiones en el elenco es curioso observar que ésta fue la sexta colaboración de Nolan con el carismático Michael Caine que ya había aparecido en The Prestige, Inceptiony, claro, como Alfred en la trilogía de Batman. También se sabe por ahí que, en el caso de Matthew McConaughey, fue su actuación en la cinta aclamada por la crítica norteamericana, Mud, la que llevó a su contratación por Nolan. Y bueno, el resultado fue una enorme admiración del director por el actor texano: en una entrega de premios Nolan dijo incluso: “Les puedo decir, como director, que no hay duda de que éste es un intérprete que no puede decir “pásame la sal” sin ser verdadero, sin querer significar algo… Nunca he trabajado con un actor que persiguiera tan intensamente la verdad en todo lo que hace”.
Finalmente queda un detalle interesante e inesperado del elenco que muy pocos notaron. Las tormentas de arena que azotan a la tierra devastada estuvieron inspiradas en la catástrofe natural del llamado Dust Bowl: una serie de tormentas de arena que desolaron las planicies americanas y canadienses en la década de los treinta. Sorprendido por los testimonios recopilados en el documental The Dust Bowl de Ken Burns y Dayton Duncan, Nolan les pidió permiso para utilizar algunas de sus entrevistas en la película. Así que cuando ven al principio a personas hablando de la experiencia cotidiana de vivir bajo nubes de polvo, están viendo testimonios reales.