La policía de Nueva York reveló que detuvo el martes por la noche a tres hombres y una mujer, quienes son sospechosos de haber vendido a Philip Seymour Hoffman la heroína que acabó con su vida en su apartamento de Soho.
Precisamente en Soho viven los arrestados: Robert Vineberg, un músico de 57 años, y sus vecinos Thomas Cushman, de 48, y la pareja Max Rosenblum y Juliana Luchkiw, de 22 cada uno. Todos fueron imputados por posesión de drogas, pero sólo Vineberg tenía un cargamento significativo en su casa y una conexión más clara con Hoffman. En casa de Vineberg estaban la mayoría de las más de 350 papelinas incautadas en el registro y su hija ha confesado al ‘New York Post’ que su padre conocía a Hoffman desde el otoño.
La policía también rastreó los últimos pasos del actor con sus llamadas telefónicas y el uso de sus tarjetas y encontraon que, horas antes de su muerte, estuvo en un lujoso hotel cerca de su casa y también fue al supermercado un par de veces. También asegura que retiró del cajero la cantidad de 1200 dólares en efectivo que no fueron encontrados en su apartamento.
Mimi O’Donnell, su pareja durante 15 años y madre de sus tres hijos, vio al actor en la calle a mediodía y habló con él por teléfono a última hora y que en ambas ocasiones parecía estar drogado.
El forense continúa buscando la causa exacta de la muerte de Hoffman.
Con información de El Mundo.