El drama de los cachorros va en expansión.
A pesar de que Johnny Depp abandonó Australia hace unas semanas para evitar que sus dos Yorkshire Terriers fueran sacrificados, las repercusiones del suceso todavía son vigentes para el intérprete, que podría enfrentar 10 años de cárcel o, en su defecto, una multa de 265.000$.
El mes pasado, Boo y Pistol fueron introducidos ilegalmente al país por el protagonista de “Piratas del Caribe” en su jet privado, lo que produjo la furia de las autoridades por romper las leyes de la región.
Aunque ya se encuentran de vuelta en California, The Guardian reporta que Depp, su esposa, e incluso el piloto de la nave, podrían recibir graves sanciones de ir a la corte (como las mencionadas en el primer párrafo). Por ahora, el actor no se ha pronunciado al respecto.