La enfermedad degenerativa del sistema nervioso central tiene a la depresión como uno de sus comunes síntomas psiquiátricos, lo que quizás haya motivado al actor a quitarse la vida.
Susan Schneider, la esposa del fallecido actor, publicó un comunicado difundido por el site Mashable, en la que afirma que su legado, además de sus tres hijos, es la alegría y felicidad que le dio a otros, particularmente a los que estaban librando batallas personales.
Allí revela que su sobriedad estaba intacta, y fue valiente luchando sus propias batallas contra la depresión y la ansiedad, y reveló que estaba sufriendo las primeras fases del Parkinson.
Espera que con la trágica muerte de Robin, otros encuentren la fuerza de buscar apoyo para luchar sus batallas y sientan menos miedo.