En medio de la batalla legal que sostiene con la productora de su cinta, The Man Who Killed Don Quixote, el director Terry Gilliam sufrió un derrame cerebral por lo que tuvo que ser llevado de emergencia a un hospital. Sin embargo, nada impedirá que el cineasta asista a la proyección de la película en Cannes.
No sabemos cuantas alegrías espera Gilliam que le traiga The Man Who Killed Don Quixote, lo que si sabemos es que la cinta ha significado un verdadero calvario para el director de 77 años, quien tras pasar 20 años produciéndola, ahora ha sufrido un derrame cerebral que hizo peligrar su presencia en el estreno del debut pautado para el próximo 19 de mayo como acto de clausura de la 71ª edición del Festival de Cine de Cannes.
Poco se sabe sobre el incidente de Gilliam pero su agente dio a conocer que su estado de salud le permitirá asistir a la Costa Azul francesa para presentar la cinta.
La película actualmente se encuentra en una batalla legal entre su realizador y la productora de la cinta.
La película cuenta la historia de Toby, interpretado por Adam Driver, quien alguna vez fue un joven e idealista estudiante de cine que re-imaginó el clásico texto de Don Quijote, pero que ahora es un engreído director de comerciales. El destino lleva a Toby a regresar a sus más imaginativas raíces y descubre que su trabajo afectó seriamente a las personas con las que trabajó en la nueva versión de la obra de Cervantes. Por ejemplo, el actor que dio vida a Don Quijote (Jonathan Pryce) ahora cree ser realmente él, mientras que el resto del pueblo parece estar bajo el mismo, y casi mágico, efecto. El viejo terminará por confundir a Toby con Sancho Panza y el joven director se adentrará en otra historia en la que las líneas de la fantasía se desvanecen con facilidad.
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