Durante los 90, un pequeño Macaulay Culkin cautivaba al mundo con ‘Mi pobre angelito’ y ‘Mi pobre angelito 2’, pintorescas y divertidas películas navideñas en las que Culkin se quedaba sólo en casa y debía combatir a Joe Pesci y Daniel Stern, los “bandidos húmedos”, son una violencia surreal y hasta caricaturesca.
Pero han pasado 20 años y la web Screen Junkies solicitó a un doctor en medicina que evaluase los daños sufridos por Pesci y Stern en la película para comprobar el grado de realismo en la misma… o simplemente por falta de oficio.
El resultado es desolador: hematomas, fracturas de cráneo y de espina dorsal, quemaduras de tercer grado, laceraciones y muchas lesiones más, dejándonos concluir que si los dos filmes hubieran apostado por el realismo, no serían clásicos del cine infantil, sino del cine gore.
Acá el video:
Fuente: Cinemania