El cineasta prefiere los efectos visuales a la vieja escuela.
Christopher Nolan se encuentra trabajando de lleno en su nueva película Dunkirk, cuyo rodaje lo ha llevado a las principales ciudades de Europa.
Para esta producción, el creador de exitosas cintas como Inception, planea ejecutar los efectos visuales con elementos tangibles en lugar de hacerlo todo con computadoras, una característica común en sus trabajos que le da un toque especial a cada película.
En esta oportunidad, “la herramienta” utilizada sería nada menos que un avión de la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo a Indie Revolver, Nolan y Warner Bros., habrían invertido en la compra de un Luftwaffe alemán, el cual serviría para colocarle cámaras IMAX y así recoger las mejores secuencias, sin embargo, también está en el plan destruirlo por completo en una de sus escenas.
La histórica aeronave tendría un costo de 5 millones de dólares.