¿Nunca te has preguntado qué hacen con toda esa valiosa chatarra?
En las películas de carreras, por lo menos un auto debe ser destrozado: siendo casi una ley, la franquicia ‘Rápido y Furioso’ no es la excepción. Hay explosiones, carreras, choques, acción… pero… ¿qué sucede con todos los autos destruidos? ¿A dónde van?
Solo para la séptima entrega se destruyeron 230. En la sexta, con la secuencia del tanque de guerra, quedaron aplastados otros 25. ¿Cómo se deshizo la producción de ellos?
Luego de filmar una secuencia de persecución en Colorado para ‘Furious 7’, los autos chocados fueron guardados en el estacionamiento del Monarch Ski Resort, pero debían sacarlos pronto por cuestiones de protocolo.
Fue cuando vieron el letrero “we buy junk cars” en la carretera de Bonnie’s Car Crushers, propiedad de Richard Jansen, quien no dudo en aceptar Mercedes-Benz, un Mitsubishi Montero y un Ford Crown Victoria. La producción le insistió al dueño en que los destruyera, compactara o separara en su totalidad, para que así nadie pudiera repararlos y salir heridos por usar un coche dañado de película, de acuerdo a Wall Street Journal.
Estas son algunas fotos del lugar:
Otro lugar especializado al que recurre la productora es el Vehicles Services en Los Ángeles, dirigido desde hace 39 años por Ray Claridge, que decide si destruirlos o restaurarlos para su exhibición: