Yu Zhilin y su hijo viven en China, y han creado un negocio del que pocos en el mundo son capaces de presumir.
Usando una cantidad considerable de partes de carros usadas o abandonadas, ambos granjeros lograron construir un modelo a escala de Optimus Prime: pero más allá de ser un pasatiempo, es también un negocio que proporciona ingresos, ya que también han construido diversos modelos de varios tamaños para satisfacer ‘las necesidades del mercado’, según el portal Shanghaiist.
Está demás decir que se trata solo de recreaciones que no poseen funcionalidad alguna, pero de todas formas están muy bien: