La lista de películas y discos de estas semanas ya se sienten como resumen de lo mejor que he visto y he escuchado este año. Siempre trato de meter mi opinión y análisis para recomendar lo que me gusta y, sin querer, ha terminado siendo un resumen y diario de lo que consumo.
Las recomendaciones de esta semana incluyen dos debuts directoriales (uno de un excelente guionista y otro de un excelente comediante), así como una joyita que pasó desapercibida de uno de los mejores directores indie trabajando actualmente.
Por el aspecto musical, está el regreso de las leyendas The Jesus and Mary Chain, lo más reciente de Lil Supa y el tercer álbum del dúo Mount Kimbie, todos estrenados este año y de gran factura.
Acá seguimos, hasta que el cuerpo aguante.
PELÍCULAS:
1. Wind River (2017, dir. Wind River, Estados Unidos)
Después de los emocionantes libretos de Sicario y Hell Or Highwater, dos joyas del cine contemporáneo, Taylor Sheridan finalmente se sentó detrás de cámara como director para contar sus propias historias. El setting no es muy distinto al de las antes mencionadas: un neowestern, pero esta vez ambientado en el frío de una reserva indígena de Wyoming, en pleno invierno. Allí, una agente del FBI se encarga de investigar el misterioso asesinato de una chica, encontrada a la intemperie sobre la nieve, con la ayuda de un hombre que, como ella, es externo a la comunidad india. La película empieza un tanto lenta, pero se va tensando con el pasar de los minutos, y de pronto explota violentamente, y lleva esta violencia de una forma muy similar a la de sus otras dos películas. La dirección no está ni de cerca al nivel de Villeneuve o Mackenzie, pero con su debut, Sheridan logra contar una historia importante con una sobriedad acojonante para ser su primera película, cagándose en Harvey Weinstein en el camino y metiendo un social commentary para lograr empatía con un tema delicado que a pocos parece importarles en los Estados Unidos (o al menos ese es el mensaje que deja la película).
2. Dean (2017, dir. Demetri Martin, Estados Unidos)
De la mente del comediante Demetri Martin, llega Dean, un ensayo sobre cómo llevar el luto y la falta de inspiración de una forma que termina siendo dañina. Dean es un ilustrador que está bloqueado y necesita terminar su segundo libro de ilustraciones, pero está deprimido porque su novia acaba de dejarlo, su mejor amigo se acaba de casar y su madre falleció recientemente. En una situación similar está su padre, un pragmático ingeniero cuya calculada forma de hacer todo, cómo llevar el luto por su mujer, saca de quicio a Dean. Para huir de algunas de sus responsabilidades, Dean huye a Los Ángeles y allí conoce a Nicky, una chica con quién entabla una conexión de película y que le sirve de escape para la vida que tiene en Nueva York. Paralelamente, su padre busca vender la casa donde Dean creció, pues en cada esquina está el recuerdo de su mujer, sin saber que también llegará una mujer a su vida. Poco a poco, la cosa se irá enrollando y Dean deberá plantarle frente a su despecho, a la pérdida de su madre y a sus responsabilidades laborales, al tiempo que su padre hace lo propio. La inclusión de los dibujos de Demetri en la película, los diálogos simples, la torpeza del personaje, el libreto que se sale de los lugares comunes del género, la interacción de la película con su banda sonora, el approach humano a cada personaje y los comic reliefs, muestran una interesante faceta de uno de los mejores comediantes de su generación. Excelente debut.
3. Smashed (2012, dir. James Ponsoldt, Estados Unidos)
James Ponsoldt es de esos tipos que anda haciendo películas interesantes sin la atención debida. El responsable de The Spectacular Now, así como de un par de capítulos de Master of None estrenó este pequeño filme en 2012, que tiene un gran corazón. Un matrimonio amante del alcohol y los excesos (Aaron Paul y Mary Elizabeth Winstead) comienza a derrumbarse cuando ella, una maestra de primaria, decide enderezar su vida tras una serie de sórdidos momentos en complicidad con el alcohol. Hay que advertir a quien la vea que cada momento donde el actor tiene que ver, se va a sentir tremendamente real, y también que la cinta los hará sentirse incómodos y tristes, pero recompensa con excelentes actuaciones y un mensaje que puede pasar por mojigato, pero es importante.
DISCOS
1. The Jesus and Mary Chain – Damage and Joy (2017, Escocia)
Muchos esperaban que la legendaria banda escocesa, tras 18 años sin lanzar material, regresara con un disco con música similar a la que los hizo famoso. Sin embargo, a pesar de los ecos a discos como su clásico Psychocandy o Stoned and Dethroned, la banda toma un nuevo giro creativo adaptando su sonido a la actualidad. Sus guitarras siguen sonando hermosas y sucias al mismo tiempo, y nos trae otra genialidad en el proceso.
2. Lil Supa – Serio (2017, Venezuela)
No seré el más ávido consumidor de rap, pero a leguas se nota que Serio es un disco que marcará la pauta en el género en los próximos años a nivel continental. En pleno auge del trap, Supa, un purista del género, se lanza un disco que evoca al sonido del rap de los noventa, con rimas afiladas, inteligentes y que no caen en los lugares comunes del hip hop. El disco del año en Venezuela, si me preguntan.
3. Mount Kimbie – Love What Survives (2017, Inglaterra)
Electrónica disonante. Crudeza. Con su tercer álbum, el dúo electrónico suena como una cohesión de ideas que parecían no funcionar juntas, pero tal es su talento que hacen que funcione. Con grandes invitados (King Krule, James Blake, Micachu y Andrea Balency), Dominic Maker y Kai Campos nos adentran en un mundo de sintetizadores que chocan como olas con guitarras plagadas de distorsión y los precisos bajos que escuchamos a lo largo del álbum, que sirve como un paisaje compuesto por una selección de beats simples y minimalistas y sonidos diferentes, que crean una simbiosis perfecta con el acompañamiento vocal.
